me busqué, me perdí, y me encontré otra vez.
escuché la música mas depresiva que tenía en el reproductor y unas lagrimitas tímidas se dejaron caer. Aveces-o siempre- la música causa ese efecto en mi. Es como mi reproductor de ánimo.
Seguí caminando a paso lento y descuidado.
llegué a la casañuñoína( segundo hogar).
y todas las penitas tango-dramático se fueron volando.
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