Los Lechuza deben aprender a escuchar su voz interior, porque así desarrollarán su don innato de adelantarse a los acontecimientos: deben seguir sus corazonadas, pues rara vez serán equivocadas.
Si se encuentran en un ambiente extraño son tímidas y retraídas, pero una vez en confianza son sociables y comunicativas. Se desenvuelven mejor, obviamente, durante la noche.
Las mujeres Lechuza son particularmente sensibles, y buscan de compañero a alguien que también lo sea. Tienen una gran capacidad de empatía, por lo que son muy buenas consejeras y amigas.
Buscan la compañía de personas espirituales y exigen fidelidad. Su sexto sentido les ayuda a encontrar la traición en una sospecha. Si alguien traiciona su corazón, la Lechuza cierra el capítulo y pasa, indefectible, a otra cosa.
Los hombres Lechuza adoran la noche y más si la disfrutan con sus amigos. Siempre tienen planes divertidos y son más bien mujeriegos. Cuando llegan a la madurez se preocupan por sentar cabeza y construir un hogar para alcanzar el equilibrio y la felicidad.
Los mejores amigos de los Lechuza son los Ardilla y los Halcón, pues comparten el buen gusto y la espiritualidad. El amor erótico y secreto lo encuentran en los Pavo real.
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