Mal agradecidos los ausentes,
que se niegan a entregar sus manos
para sembrar la esperanza,
en la tierra que nace.
Y regala
viento cálido
para el alma.
Mal agradecidos los ausentes
que se niegan a mirar
a la tierra triste.
Que regala sus montañas
que regala su mar.
Mal agradecidos los ausentes
ausentes de ellos mismos.
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